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Como es evidente, la discapacidad, supone un cambio de vida. Pero esto no significa una reducción de calidad de vida, aunque muchas veces se conciba de esa manera. Sino que significa un cambio de esta calidad, que está sujeta a las nuevas necesidades.

Como comentan en Lanzarum: cuando una persona sufre una discapacidad de golpe, lo primero que le sugieren es hacer el "duelo" correspondiente a toda pérdida, ya sea física, social, etc. Pero debemos detenernos en el hecho de que se pueden tener todos los sentidos indemnes, los miembros en su lugar, las habilidades intactas, pero igual tener una vida muy infeliz. No tener una discapacidad, no nos garantiza una vida llena de amor y alegría. De la misma manera podríamos decir que sufrir una discapacidad no es sinónimo de dolor y agonía. El secreto para poder seguir adelante se llama "calidad de vida". Es decir, añadir a nuestros días los acontecimientos necesarios para que valga la pena seguir viviendo incluso con una discapacidad.

En estos eventos entra en juego los recursos sociales que se disponen a cubrir las necesidades dispuestas por esta condición funcional. Bajo este prisma, debemos tener en consideración los cuatro principios orientadores de la política social global, los cuales son: universalidad, solidaridad, eficiencia e integralidad.

Universalidad: se orienta básicamente a ofrecer una garantía en los beneficios que ofrece una política o programa social, para que tengan un alcance y acceso a toda la población que los requiera, con independencia de las condiciones o características que pudieran presentar las familias beneficiadas, asegurando así un nivel y una calidad de bienestar considerados básicos.

El conjunto de las políticas analizadas, contienen un carácter universal, ya que en su conjunto la formulación de la política social de integración social de las personas con discapacidad, las Normas Uniformes (ONU), mantienen el principio en cuestión, ya que teniendo como objetivo central la integración no se prioriza en diferentes sectores sino más bien integra toda la población discapacitada.

Sin embargo, no debemos desconocer que los programas y estrategias que se van desprendiendo de ellas, tales como pensiones, becas y ayudas técnicas obedecen a cierto criterio de selectividad, ya que priorizan una atención hacia los grupos familiares más precarios, los cuales no cuentan con recursos necesarios para satisfacer las necesidades que pide que un miembro de la familia tenga algún tipo de discapacidad "los recursos destinados por el Estado para abordar esta problemática deberán beneficiar equitativamente a las personas con discapacidad de todos los estratos sociales, y de forma especial a aquellos sectores rurales y sin recurso "

Solidaridad: este principio hace referencia a una participación diferenciada ya un acceso a los beneficios económicos del programa según la capacidad económica, es decir, que se pretende facilitar un mayor acceso a las familias de escasos recursos que más requieran de estos beneficios económicos.

Junto con lo anterior este principio evoca una relación estrecha entre el bienestar social y el individual, lo cual tiene relación con la financiación de los programas y políticas sociales. Bajo el marco de las políticas de gobierno, podemos decir que este criterio en función de la financiación se cumple a cabalidad, ya que la agenda social del Estado se financia a partir de los impuestos de todos los contribuyentes del país-

Eficiencia: el presente principio postula el logro de los mejores resultados posibles de la política o programa en términos de calidad y cobertura con los recursos determinados por implementarla.

Integralidad: un último criterio que orienta la política global, es la integralidad, enfocaremos mayormente el análisis hacia la integralidad entendida como las relaciones de diferentes áreas de beneficios sociales. El conjunto de políticas analizadas tienen en su diseño un carácter explícito de integralidad, desde la ley que integra diversos aspectos a partir de los organismos que participan en la formulación, la política nacional que integra varias áreas (prevención, rehabilitación y equiparación de oportunidades) y también coordina la articulación de los organismos participantes ya sean públicos y privados, como las Normas Uniformes propuestas por la ONU, que van a integrar áreas como educación, empleo, trabajo y seguridad social, vida en familia e integridad personal, cultura , recreación y religión.

Todo ello, ayuda a mantener la calidad de vida tanto de la persona con discapacidad como a su familia. Preservando sus derechos independiente de su situación funcional.