La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más prometedoras y revolucionarias de nuestro tiempo. Su aplicación en diversos campos y sectores puede mejorar la calidad de vida, la productividad y la eficiencia de muchas personas. En particular, las personas que tenemos alguna discapacidad física podemos beneficiarnos de la IA de varias maneras.
En este post, te voy a contar algunos de los beneficios que la IA puede aportar a nuestra vida diaria.
- Accesibilidad: La IA puede facilitar el acceso a la información, la comunicación y los servicios para las personas con discapacidad física. Por ejemplo, existen aplicaciones que usan reconocimiento de voz, traducción automática, síntesis de voz o procesamiento de imágenes para ayudarnos a interactuar con el mundo. Algunas de estas aplicaciones son Google Translate, que permite traducir textos y audios a diferentes idiomas; Seeing AI, que describe lo que ve la cámara del móvil; o Voice Access, que permite controlar el móvil con la voz.
- Movilidad: La IA puede mejorar la movilidad y la autonomía de las personas con discapacidad física. Por ejemplo, existen dispositivos que usan sensores, algoritmos y motores para asistir o sustituir el movimiento de algunas partes del cuerpo. Algunos de estos dispositivos son exoesqueletos, que permiten caminar o levantar objetos a personas con parálisis o debilidad muscular; prótesis inteligentes, que se adaptan al entorno y a las intenciones del usuario; o sillas de ruedas autónomas, que se desplazan por sí solas evitando obstáculos.
- Salud: La IA puede mejorar la salud y el bienestar de las personas con discapacidad física. Por ejemplo, existen sistemas que usan datos, modelos y aprendizaje automático para predecir, diagnosticar, tratar o prevenir enfermedades o lesiones. Algunos de estos sistemas son Watson Health, que analiza información médica para apoyar la toma de decisiones clínicas; DeepMind Health, que desarrolla algoritmos para detectar anomalías en imágenes médicas; o BrainGate, que permite controlar dispositivos externos con la mente.
Estos son solo algunos ejemplos de los beneficios que la IA puede ofrecer a las personas que tenemos discapacidad física. Sin embargo, la IA también plantea algunos retos y riesgos, como la privacidad, la seguridad, la ética o la inclusión. Por eso, es importante que la IA se desarrolle y se use de forma responsable, transparente y participativa, teniendo en cuenta las necesidades y los derechos de todas las personas.