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Como bien sabemos, los conceptos discapacidad, deficiencia y disminución están relacionados entre sí, aunque a veces se tienden a confundir.

Es por ello bueno hacer una pequeña referencia y, lo primero es realizar una introducción definitoria para, posteriormente, reflexionar ante una comparativa a modo de diferenciación.

Las definimos:

Discapacidad: Hace referencia a la reducción de capacidad debido a una deficiencia, para llevar a cabo sus planes o necesidades. La organización Mundial de la Salud (OMS) define discapacidad como "la restricción o ausencia de la capacidad para realizar alguna actividad, en la forma dentro del límite que se considera normal para un ser humano". Una persona discapacitada, representa que sufre las consecuencias de una deficiencia en el rendimiento funcional y ello implica la reducción de capacidad para realizar alguna actividad en la forma o dentro de los límites de lo que se considera "normal" en la sociedad o cultura en la que está. Por lo tanto, esta persona se sentirá limitada por las dificultades que le puede suponer adecuarse al medio que le rodea, esto puede ocasionar problemas en su participación e implicación en las situaciones vitales.

Sin embargo, centrándonos en la discapacidad funcional, se puede definir ésta como la disminución o ausencia de las funciones motoras o físicas (ausencia de una mano, pierna, pie, entre otros), disminuyendo su desarrollo reglamentario diario.

Estos déficits, en la mayoría de los casos, producen una reducción de la autonomía, ya que se depende de terceras personas. Esta dependencia puede promover un proteccionismo por parte de los cuidadores. Factores subyacentes en el entorno de la persona con discapacidad.

Quizás podamos observar cómo estos factores, en cierto modo, puedan llegar a agudizar las reducciones ante la autonomía que presenta la discapacidad en el aspecto funcional.

 

Deficiencia: es toda pérdida o irregularidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. Son pérdidas o diferencias que pueden ser temporales o permanentes, entre las que se incluyen la existencia o aparición de una anomalía, defecto o pérdida producida en un miembro, órgano, tejido u otra estructura del cuerpo, incluidos los sistemas propios de la función mental. Podríamos decir que es la Lesión.

 

Disminución: Convertir en menor, hacer más pequeño, que no llega al límite establecido. Si pensamos en una persona con disminución (psíquica, física o sensorial) pensamos que esta disminución le dificulta el desarrollo de un rol que se entiende como "normal" en función de la edad y de las normas sociales y culturales. Está muy relacionada con la falta de independencia, esto hace que la persona que sufre una disminución encuentre dificultades para moverse con total "normalidad" en la sociedad en la que está insertada.

 

La relación:

Como hemos podido ver, estos tres conceptos (discapacidad, deficiencia y disminución) están relacionados entre sí. Dado que cuando tienes una deficiencia, por ejemplo visual, esto conlleva categorizarlo como discapacidad; puesto que se produce una disminución visual, esto, produce una dificultad para realizar las actividades de la vida diaria.

No por ello, la discapacidad conlleva una vida deficiente, sino que esta disminución, ya sea a nivel físico, psíquico o sensorial, conserva la necesidad de aumentar los recursos para complementar el déficit producido por una lesión. En este caso visual, donde se da una disminución sensorial que requiere la búsqueda de ayudas externas para complementar y llevar una vida orientada a la normalidad.

Partiendo de la base que lo normal es subjetivo, tener un déficit sólo conlleva la disminución de una parte del organismo, no por ello, la discapacidad conlleva una disminución de la capacidad, sino por el contrario, la búsqueda de estos recursos para superarse día a día, produce un estado de ánimo positivo y estimulante en la medida que se reduce la disminución que se presenta.

Por todo ello, pienso que la disminución es producida por un déficit orgánico o psíquico que conlleva la etiqueta del discapacitado, no por ello la diversidad funcional impide llevar  y crear una vida normalizada, donde lo diferente es común y lo normal es verlo así, aunque la sociedad genera cánones que impiden integrarse o dificultan la inserción dentro de la diferencia.

Al igual que no todos tenemos el mismo color de ojos o de piel, el déficit conlleva una diferencia más, que se ve incrementada por una disminución con respecto a la discapacidad. Aunque como hemos dicho, esta disminución se puede recompensar a través de recursos de la propia persona y ayudas técnicas, lo que hace que la discapacidad no sea una simple disminución de la capacidad, sino sobre todo a nivel de la carencia de carácter físico, conlleva una superación diaria ante la disminución, lo que permite una superación moral de la discapacidad. O dicho de otro modo, la discapacidad y su disminución produce estrategias que hacen aumentar la capacidad del ser humano ante su déficit y sobre todo ante las barreras sociales y arquitectónicas que se va encontrando día a día, minuto a minuto. Es en esta lucha diaria donde hay que superar los obstáculos que sevan  interponiendo.

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